Aunque sea muy cursi escribir una carta, es la única forma que tengo para hacerte saber lo que me pasa. Todo esto es raro, jamás pensé siquiera que ibamos a seguir hablandonos al principio, y mucho menos que me iban a terminar pasando cosas con vos. Los dos sabemos que es difícil, nos separan kilómetros y kilómetros y eso nos juega en contra. Tampoco nunca me enamoré completamente de alguien, nunca me puse tan tonta como estos últimos meses por vos. Por un lado, duele amarte tanto, pero por otro es lo más lindo que me pudo haber pasado, de eso estoy segura.
Es increíble cómo una persona puede hacer tan feliz a alguien tan sólo con hablarle, es increíble lo que te extraño cuando no hablamos, es increíble cómo me sacás una sonrisa con solo decirme “Mar”, es increíble AMARTE TANTO Ber.
Hay días que me dan ganas de matarte, cuando me discutís, cuando te discuto, cuando discutimos; y cuando me decís que querés terminar todo, que no podés más, no te das una idea de lo que siento.
Como dije antes, al principio pensé que íbamos a hablar solo unos días, porque a la distancia hasta una amistad es difícil de llevar. Pero fue todo tan rápido, no me acuerdo cuando nos dijimos te quiero, aunque el día que me dijiste “te amo” no me lo olvido más, fui la mujer más feliz. Te pregunté si se te había escapado, y me dijiste que sí, pero que lo sentías, y yo no te lo había dicho nunca porque capaz pensabas “ay, que tonta, se enamora tan fácil” y la verdad que me pasó, porque TE AMO.
Cuando leo lo que te estoy escribiendo, me parece imposible, la mayoría piensa que es una ilusión; se que en parte tienen razón, porque no te tengo acá conmigo para abrazarte, besarte, decirte día a día que te amo, que sos mi vida, que no se que haría si me faltaras; pero por otro lado yo se que es más que una ilusión y creo que vos también lo sabés; porque con cada “te amo” te siento conmigo, con tus celos me volvés loca, cuando me “retas” es una forma de darme cuenta que te preocupas por mi, y hasta cuando peleamos, ese dolor, es sentirte conmigo.
El día que me mandaste el primer mensaje, no te das una idea de lo FELIZ que me hiciste, y lo feliz que me hacés. Y sí, como vos decís, “la chica enamorada”, esa chica está acá, a miles de kilómetros esperándote, cursi o tonto, es lo que pasa. Yo te quiero esperar, porque si de verdad nos amamos, vamos a estar juntos por más difícil que parezca, porque como dijimos muchas veces, no importa la distancia.
Más de una vez me quemé la cabeza pensando si de verdad me amabas, si jugabas conmigo, si no había otra, si eras sólo mío, si me irás a esperar, el por qué me amas, por qué a mi y no otra, que puede estar ahí con vos dandote el amor que te mereces; y también me quemé la cabeza pensando que NO quiero que haya otra con vos, que no haya otra que te ame como yo, que nadie piense en vos como lo hago yo, que nadie te diga “te amo mi amor” si no soy yo, y a veces los celos me matan y por eso discutimos; pero no significa que no confíe en vos, es sólo que a veces la distancia complica las cosas.
Se que te desespero y que muchas veces te vuelvo loco con mis preguntas, y también te expliqué que no lo hago a propósito, pero también se que no siempre tenés una respuesta y sin embargo yo te sigo insistiendo, perdón. Pero a mi también me desespera no tenerte cerca, pero no por eso bajo los brazos. Varias veces se te cruzó por la cabeza terminar todo, por miedo, por dolor, o por lo que sea, y en esos momentos no se que más decirte que TE AMO. Los dos sabemos que esto puede tener dos finales, o se termina todo, o nos esperamos, yo elijo esperarte. Igual trato de no pensar en eso, siento de alguna forma que esto recién empieza, que por ahora juntos podemos, el “después”, ya se verá. Mientras tanto, sólo te pido que me ames, y que me dejes amarte.
No se si alguna vez te conté, que a veces escribo, cosas que me pasan por la cabeza y que por ahí no le quiero contar a nadie, cosas que siento y que necesito descargar de alguna forma. Bueno, a veces escribo sobre vos, y una vez escribí:
“Estoy rara últimamente, no se lo que me pasa, pienso en él más que nunca, me hace feliz. Cuando tengo mis días o me siento sola, o discuto con alguien, no veo la hora de sentarme en la computadora y olvidarme completamente de mi mundo. Es esperar que esté conectado, que se conecte, pensar qué estará haciendo; y ya cuando me dice – hola -, es sentir que no hay distancia, es sentir que está acá conmigo. En fin, es él el que me hace bien cuando estoy mal, es él el que cuando quiero llorar me hace reir, y aunque el a veces no se de cuenta, es él el ÚNICO que me hace sentir así. Aunque a veces siento que le hago mal, que lo lastimo con cosas que le digo, con mi forma de expresarme, con preguntas, con lo que sea, y me mata verlo sufrir, me mata. Sólo quiero que el tiempo, el destino o quien sea que maneje esto, lo maneje para bien, porque lo amo y no lo quiero perder”.
También muchas veces me pregunte por qué te amo, y casi nunca consigo una sola respuesta. Te amo porque con cada “mi amor” me haces tuya, porque con cada “te amo” haces que mi mundo se pare, te amo porque me cuidás, te amo porque te preocupás por mi, te amo porque me haces sentir única, te amo porque haces que la distancia no importe, te amo porque siempre me sacás una sonrisa, te amo porque te convertiste en parte de mi, en mi destino, porque dejaste que caminemos juntos el mismo camino. Te amo simplemente porque te amo, y porque ya no se cómo no amarte.
Te amo mi amor, siempre.
Mar